En la mañana de hoy, la profesora Pilar Orozco, del colegio Huerta de la Cruz de Algeciras, se ha sumado al ciclo de conferencias que la asociación Diverciencia organiza cada primavera para acercar la ciencia a públicos de todas las edades. La sesión ha tenido lugar en el Aula de Mayores de la Universidad de Cádiz (UCA), un espacio en el que estudiantes veteranos—muchos de ellos con carreras profesionales ya concluidas—comparten curiosidad y ganas de seguir aprendiendo.
La ponencia de Pilar ha girado en torno a la astrobiología, disciplina que combina astronomía, biología, geología y química para estudiar el origen, la evolución y la posible existencia de vida más allá de la Tierra. Durante su intervención, la docente ha guiado al auditorio por un recorrido que arrancó con los primeros indicios de vida en nuestro planeta, continuó con los extremófilos que habitan entornos tan hostiles como las fumarolas hidrotermales y culminó con las misiones espaciales más punteras—desde Perseverance en Marte hasta las sondas JUICE y Europa Clipper, llamadas a explorar océanos subglaciales en lunas jovianas.
Lejos de limitarse a un discurso expositivo, la charla de Pilar se convirtió en un diálogo intergeneracional: alumnos del Aula preguntaron por la viabilidad de terraformar Marte, el papel de los telescopios espaciales en la detección de exoplanetas y el impacto que tendría descubrir vida microbiana en otra parte del sistema solar. Pilar, habituada a encender la chispa de la curiosidad en adolescentes, celebró el entusiasmo del auditorio sénior y subrayó la importancia de “mantener viva la capacidad de sorprendernos, sea cual sea nuestra edad”.
El encuentro concluyó con una invitación a los asistentes para participar próximamente en el XVIII Encuentro de Ciencia y Tecnología Diverciencia, donde estudiantes de secundaria y bachillerato expondrán proyectos experimentales abiertos al público. Así, la jornada de hoy no solo acercó los misterios del cosmos a los mayores de la UCA, sino que reafirmó la misión compartida—por Diverciencia, por los centros educativos y por la universidad—de tejer una comunidad en la que la pasión por la ciencia no conozca fronteras generacionales.